El expresidente parecía tener sangre en la cara cuando el Servicio Secreto lo sacó rápidamente del escenario tras una serie de fuertes estallidos durante un mitin en Pensilvania. Un portavoz del Servicio Secreto dijo que Trump estaba a salvo después de “un incidente”.
El expresidente Donald J. Trump fue escoltado fuera del escenario por agentes del Servicio Secreto y dentro de su caravana a pocos minutos de su mitin el sábado en Butler, Pensilvania, luego de que se escucharan una serie de estallidos que sonaron como disparos.
No se sabe con certeza el origen exacto de los ruidos, pero Trump tenía la cara y la oreja ensangrentadas cuando lo sacaron del escenario. Antes de que el Servicio Secreto lo escoltara fuera del escenario, levantó el puño en un gesto desafiante hacia la multitud.
Un portavoz del Servicio Secreto dijo que Trump estaba “a salvo”. Un portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, dijo en un comunicado que el expresidente estaba “bien y que lo estaban revisando en un centro médico local”. No proporcionó más información sobre si Trump había resultado herido ni de qué manera, y los funcionarios no proporcionaron más información sobre si alguno de los asistentes al mitin resultó herido.
Esto es lo que más debes saber:
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Trump había estado mostrando a sus seguidores un cuadro con números sobre los cruces fronterizos cuando se oyeron los aparentes disparos. Se agachó rápidamente cuando empezaron los ruidos, que provenían de las gradas que estaban a la izquierda de donde él estaba parado en un atril. Los ruidos se produjeron en dos grupos y apareció humo en esa sección de las gradas.
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El presidente Biden fue informado sobre el incidente por la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle; Alejandro Mayorkas, el secretario de Seguridad Nacional; y Liz Sherwood-Randall, su asesora de seguridad nacional, dijo la Casa Blanca.
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El gobernador Josh Shapiro, demócrata de Pensilvania, dijo en un comunicado que había recibido información y que la policía estatal estaba en el lugar trabajando con socios federales. El Servicio Secreto está liderando la investigación, pero el Departamento de Justicia, el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos ayudarán, según funcionarios federales.
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Tanto republicanos como demócratas se apresuraron a condenar lo que consideraron un aparente acto de violencia política. “Estoy horrorizado por lo que sucedió en el mitin de Trump en Pensilvania y aliviado de que el expresidente Trump esté a salvo”, dijo el senador Chuck Schumer, demócrata de Nueva York, en un comunicado. El representante Steve Scalise, el segundo republicano en la Cámara de Representantes, que recibió un disparo en 2017, dijo que “nunca hay lugar para la violencia política”.
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Después de que se escucharon disparos, los miembros de la multitud comenzaron a gritar y Trump fue derribado por agentes del Servicio Secreto. Después de que se fue, un grupo de funcionarios vestidos con uniformes de camuflaje escoltó a alguien fuera de las gradas hacia la izquierda del podio donde Trump estaba hablando.
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Quienes asisten a los actos de campaña de Trump están sujetos a controles de seguridad. Deben pasar por detectores de metales y sus bolsos y pertenencias son revisados en busca de armas y una gran cantidad de artículos prohibidos.
