El IMSS Bienestar dejará de ser un programa gubernamental para convertirse en un organismo público descentralizado, anunció Zoé Robledo, director general del Seguro Social.
Al participar en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular del IMSS informó que este miércoles publicarán el decreto para la creación del Organismo Público Descentralizado IMSS-Bienestar.
“Es decir, es la evolución del programa IMSS-Bienestar ahora a un órgano público que podrá tener mucho más capacidades para levantar el sistema de salud”, explicó Zoé Robledo.
La tarea fundamental del IMSS-Bienestar será garantizar la atención médica gratuita para toda la población sin seguridad social.
En un principio, el gobierno federal encargó esa meta al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), un organismo público descentralizado que se creó en el 2020 con esa finalidad. Sin embargo, ante los nulos avances de esa dependencia, a cargo de Juan Ferrer, el IMSS Bienestar asumió el encargo.
Hasta entonces, IMSS-Bienestar había funcionado como un programa a través del cual el IMSS ofrecía atención médica a personas no afiliadas al instituto y que residen, principalmente, en zonas rurales.
Ahora será una institución pública no sectorizada, con patrimonio y autonomía técnica propios.
“Y lo más importante, que cuente con infraestructura, equipamiento, profesionales técnicos y auxiliares de la salud del más alto nivel para garantizar lo que estamos buscando: que la extensión sea en todo el país, sea cualitativa y cuantitativa, es decir, que tengamos estos mismos niveles de atención en términos de calidad, gratuidad y oportunidad”, dijo Zoé Robledo.
Con 82% de su población sin seguridad social y con hospitales deteriorados, en Guerrero se reporta un grave rezago en infraestructura médica, aseguró Zoé Robledo, director general del IMSS.
Ante la falta de equipo médico y de personal de salud, se requiere invertir 3,851 millones de pesos para “levantar el sistema de salud en el estado”, afirmó.
Detalló que, del 25 de julio al 12 de agosto, el instituto realizó un diagnóstico sobre el estado que guardan los 43 hospitales y las 1,024 clínicas de esa entidad federativa.
Los resultados del diagnóstico fueron que no operan 18 Rayos X, 22 ultrasonidos, cuatro mastógrafos y 52 unidades de anestesia, lo que impide la realización de cirugías.
En el tercer nivel de atención, detalló, no funciona ninguno de los equipos de Rayos X ni el tomógrafo, y solo uno de los dos mastógrafos está en operación.
El director del IMSS explicó que, de los 66 quirófanos que hay en Guerrero, en los hospitales destinados a las personas que no tienen seguridad social, 18 no funcionan.
Además, en la entidad federativa faltan 1,771 médicos generales, 698 especialistas, 3,744 enfermeras y 717 paramédicos.
“El 82% de las personas en Guerrero no cuenta con seguridad social, se atienden en el sistema estatal de salud, y esas son las necesidades que ahí identificamos”, dijo Robledo.