La Conferencia episcopal italiana (CEI) descartó hoy abrir una amplia investigación, como se ha hecho en otros países europeos, sobre los abusos a menores cometidos por el clero y anunció que realizará un informe sobre las denuncias y condenas de los casos analizados en el Vaticano en los últimos 20 años, defraudando así las peticiones de las víctimas.
En el comunicado final de la asamblea general de los obispos italianos en la que se eligió al nuevo presidente, el cardenal Matteo Zuppi, los obispos anunciaron la realización de un análisis de los datos que posee la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde se investigan y juzgan estos casos de abuso, y relativos sólo al periodo del 2000-2021.
El análisis se realizará en colaboración con institutos de investigación independientes, que garantizará perfiles científicos y morales de alto nivel, y permitirá un conocimiento más profundo y objetivo y mejorar la prevención y las medidas para acompañar a las víctimas y supervivientes y perfeccionar los criterios de la investigación“, se lee en la nota, que no citó quiénes serán estos entes.
Las asociaciones de víctimas habían pedido un informe relativo a al menos los últimos 60 a 70 años, como se ha hecho en otros países europeos para tener una visión aún más amplia de esta lacra y abriendo los archivos de todos los colegios, monasterios, diócesis y resto de centros católicos.
El nuevo presidente de la CEI aseguró que el informe se publicará el próximo 18 de noviembre y que se ha elegido partir desde 2000 porque “era mucho más serio”.
“No es verdad que queramos cubrir nada. Es seriedad. Queremos recibir los palos que merecemos. Pero queremos una transparencia justa. Algunos datos pueden ser discutibles, como ha pasado con el informe en Francia“, dijo Zuppi en la rueda de prensa final al referirse al método usado en el informe francés sobre los abusos que ha sido criticado por algunos sectores.
Por otra parte, los obispos italianos anunciaron que elaboraran “un primer informe nacional sobre las actividades de prevención y formación y sobre los casos de abusos comunicados o denunciados a la red de servicios diocesanos e interdiocesanos en los dos últimos años (2020-2021)”.
Los datos serán recogidos y analizadas por un centro de investigación académico y se harán posteriormente anualmente, agregaron.
Las asociaciones de víctimas de curas pederastas en Italia anunció por su parte la poca validez de este tipo de investigaciones, basadas sólo en las denuncias recibidas en los centros de escucha de las diócesis, visto que muchas aún no las han puesto en marcha y además porque los supervivientes difícilmente acuden a estos lugares, donde se perpetraron los abusos o donde nunca los escucharon.
Según la opinión de la CEI, este tipo de informes “dará una señal de transparencia, ya que se harán públicos” y aseguraron que “la Iglesia de Italia ha aceptado así la invitación dirigida por el papa Francisco a la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, que pidió “un informe sobre las iniciativas de la Iglesia para la protección de menores y adultos vulnerables”.
EFE