El primer juicio penal en México para castigar el maltrato animal del presunto responsable de matar a 2 perros hizo historia en Querétaro, donde el acusado, Benjamín “N”, fue sentenciado a 10.5 años de prisión por un la jueza Alicia Basurto García.
Benjamín “N” fue hallado culpable del asesinato de dos perros rescatistas de la Cruz Roja Mexicana, llamados Athos y Tango.
La jueza también condenó al sentenciado de 60 años a pagar 2.4 millones de pesos como reparación del daño, ya que actuó de manera dolosa y cruel al envenenar a los caninos.
Basurto García dijo que Benjamín “N” también deberá pagar una multa de 151 mil 464 pesos porque realizó un daño irreparable a la sociedad.
Athos y Tango eran dos perros rescatistas de la Cruz Roja de Querétaro que murieron envenenados con salchichas el 13 de junio de 2021; Benjamín “N” les aventó el alimento envenenado dentro del domicilio del cuidador.
Juicio histórico
El viernes pasado, Alejandra Ángulo, miembro del grupo de ABC emergencias y una de las dueñas de ambos canes, Athos y Tango, expresó que esperaba que la Justicia lleguera para su familia desde hace 14 meses.
“Athos y Tango pertenecen a una manada y es un proyecto de perritos de búsqueda y rescate, y son perritos que tienen un proyecto en la vida. Tango era un perrito de asistencia emocional y Athos estaba certificado en búsqueda y rescate de personas vivas y cadáveres”, explicó.
Activistas también expresaron su indignación por la muerte de Athos y Tango, envenenados el 13 de junio de 2021 en Querétaro, por lo que se han reunido desde el inicio del juicio en los Juzgados de Oralidad Penal de Querétaro, ubicados junto al Centro de Rehabilitación Social (Cereso).
Entre los manifestantes también hay bomberos de Guatemala, donde Athos participó en las labores de rescate durante la erupción del Volcán de Fuego en 2018, que derivó en la salvación de una familia de ocho miembros.
Decenas de activistas expresaron su apoyo a Édgar Martínez, entrenador de Athos y Tango, así como Balam, hijo de Athos, que también fue envenenado y permaneció hospitalizado tras el ataque.
Entre las personas que estuvieron todos los días en el lugar, se encuentra Soemi Roldán, quien ha enfocado sus esfuerzos a favor de la lucha por los derechos de los animales.
“Ya lo viví, esto fue con una clínica veterinaria, el trato que recibí por parte del juez fue pésimo, siempre minimizando el dolor, siempre refiriéndose a un miembro de mi familia como una cosa, como algo más, yo creo que aquí lo que más falta es sensibilidad por parte de las autoridades, que entiendan que son miembros de una familia”, comentó a Efe.
En Querétaro se han ingresado al menos 5 denuncias penales por maltrato animal, donde el caso de Athos y Tango ha sentado un precedente para la Fiscalía General del Estado, que no contaba con un protocolo de acción e investigación en un caso de este tipo.
Ninguna denuncia interpuesta por este tipo de casos había llegado a un juicio, ya que normalmente la autoridad busca acortar los procesos y resarcir el daño económicamente sin llegar a la judicialización.
Por ello, la noticia motivó a activistas de otros estados a desplazarse a Querétaro, como Zadrigman, activista animalista con cientos de miles de seguidores en redes sociales, originario de Morelia, Michoacán, quien siguió de cerca el juicio.